No me hundo en la ceniza: solo ardo.
Apenas soy como unas hojas secas en el suelo del otoño.
Este cuerpo mío se deshará en el agua
¡tanta lluvia abriendo sendas de olvido!
Vendrá la noche,
ahora siempre viene la noche.
No me olvides,
aunque cuando me recuerdes
solo te embargue la tristeza.
f.
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