Me recuerdo a mi mismo habitado de sombras,
así, como son las ciudades tendidas en la tarde.
Calles como mi cuerpo, tensas de silencio,
mientras resuenan unos pasos,
no se sabe si se alejan o se acercan
porque solo son poco más que un eco.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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