Señalo el infinito,
un lugar poblado de designios
donde solo quedan las huellas
iluminadas del silencio.
Brota el otoño en los dedos húmedos del agua.
Las señales marcan días de fronda y recogida de uvas...
Lo rojo se expande lentamente,
el amarillo invade el horizonte...
Quizás sea el instinto de los pájaros migradores
lo que me hace buscar estelas en la noche
hacía el sur de mi corazón.
f.
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