Cae la nieve y deja una longitud de silencio.
La distancia que separa las palabras del hueco del corazón.
Se dejan las huellas en la tierra,
las viejas raíces que perduran,
y entonces caminamos en círculos
con las preguntas que tienen su misterio.
Somos hombres, solo hombres,
agua de lluvia entre dos miradas perdidas.
Habitamos el miedo con la oscuridad,
allí dejamos todos los nudos que no sabemos deshacer,
lo que nos hace ser muy frágiles ante el dolor,
sentirnos tan mortales
que ya no buscamos respuestas,
solo sobrevivir el día a día.
f.
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