Arrastra el verano tras su paso cierta nostalgia.
La lluvia, en su silencio,
devuelve preguntas que nunca supimos contestar.
Y la humedad nos trae del recuerdo viejas carreteras,
mares de fondo y siluetas de playas,
con nombres que nos habitan para siempre
y que han dejado en nuestro pecho sus gotas de mercurio.
f.
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