Hundo mis manos en la tierra,
siento como me mojan las nubes
al tocarlas con la punta de mis dedos...
Hay un río de nieve, un río de hielo,
un silencio que arde en la blancura
como todos los sarmientos secos.
Sí, toda esta luz cae sobre la luz
y trae corrientes marinas, restos de astros,
una gavilla de ausencias,
la estancia inundada por el abandono.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario