Hay nieve debajo de la nieve,
ese frío interior que desnuda cada sílaba
cuando no sabes qué guarece la luz y su sombra.
Todo lo que vino después fueron labios de noche,
un filo cortante y su distancia,
una letanía de salmos que inundaba mi cuerpo
mientras sus dedos
deshacían los nudos de la consciencia.
f.
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