Guardo unos cuantos hechos insignificantes que llenan mis sentidos...
El plateado deslumbrar de las hojas de los álamos
cuando el viento las remueve.
En el otoño, el sonido de rastrillo rebuscando en el suelo
que crean las hojas secas de los árboles.
El silencio límpido antes que los pájaros vuelvan a volar en el cielo
tras irse lentamente la tormenta.
Las pompas del agua de la lluvia en los charcos
condenadas a perecer en un breve segundo de existencia.
El último rayo del sol cuando se acaba el crepúsculo
y te quedas deslumbrado ante la oscuridad.
El rascar de la noche dentro,
la quera de pensar, lo que solo es un gusano hambriento de ti,
hasta que la primera luz
vuelve a poner todo en su posición en el mundo.
El sonido que crean las olas
cuando arrastran en la orilla piedras planas
con un ruido similar al de los cascos de los caballos...
Sigo sumando todo lo que contemplo,
todo lo que escucho, todo lo que siento...
f.
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