El amor no es la distancia ni la calma,
si acaso, la humedad que deja la lluvia
en lo más hondo de cada uno.
No sirve redimirse en el vuelo de los pájaros,
en la brisa que mueve despacio los cabellos,
en la luz silenciosa o en el fuego
que apaga lentamente una sombra,
ya que todo lo que reúne una mirada,
nace de una boca o tiene el nombre de caricia,
cuando tiene el valor de una emoción
se impregna de una química imprecisa
de la que nadie sabe escribir su formula.
f.
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