No voy a hablarte de hacer las cosas fáciles,
eso queda para los que detrás de un reloj ven horas que pasan,
yo solo sé alargar las líneas que queman hasta acercarlas a tu boca
o dejar que las nubes sean las primeras palabras que te aniden.
Nada de lo que te ha de conmover tiene márgenes,
son las verdaderas mareas de un mar oscuro
que azota una playa habitada por gaviotas...
de ese ir y venir del viento,
de contemplar tus manos vacías y húmedas
mientras caes en la cuenta del valor que tiene respirar en el silencio.
f.
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