No hay signos en el aire,
solo el tinte azul que queda al respirar.
Recojo las palabras del miedo. Es instinto.
La suavidad de una caricia deja en el silencio una melodía,
apenas percibo ese rumor
sé que amanece en el vuelo de un ángel.
Yo, solo escucho en el viento
como deshace las sombras el canto de un mirlo.
f.
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