Morir en el descuento
cuando te cincela la noche y sus espejos.
Rotas ataduras, nudos sueltos,
nada que te una ya a esos muelles,
las raíces que sostienen tu nombre en el viento
como una blanca camisa pidiendo el armisticio.
Porque resistes solo, solo con tu pasión de estar vivo
mientras dirimes un fiero combate diario contra el tiempo.
Aún no está todo perdido...
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario