Me disuelvo despacio para ser gota de humedad entre las palabras, las que reservan, como las hojas al viento, su lado oscuro.
Envés de sílabas y grietas en los muros. Pájaros y hiedra ascendiendo a la luz... siempre ascendiendo.
Casi tanto como lo que doy me he guardado dentro, un reguero de agua donde ahogo las promesas y las verdades a medias.
Sin saber por qué tengo un rincón lleno de versos perdidos, traen de lejos músicas y viajes...unas manos frías, unos labios ardientes, una espalda desnuda, la lumbre de una vela en mitad de las noches, la cera caliente acumulada en una mesa...
f.
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