Vengo de derrumbarme como la tarde,
caer desde la luz hasta un foso de sombras.
No importa, esta muerte deja siempre respirar,
cruzas las líneas enemigas
y una bala, disparada desde la oscuridad,
te puede atravesar el pecho.
Me llamarán, nos llamarán a todos...
suena en mi cabeza este poema...
¿hasta cuándo seguiremos siendo llamados ante la vida?
cada amanecer nos devuelve un nuevo reto,
nos engaña de tan sencillo que parece,
porque respirar a veces cuesta,
es volver desde ese foso
donde la maleza tiene la herrumbre de nuestros sueños.
f.
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