De repente todo fue nieve
y las rosas quedaron preñadas de blanco.
De repente vino la lluvia,
se deshizo el cielo en ruido de gargantas rotas.
Sujetas la vida
como quien tiene una cometa entre las nubes,
un pequeño navío de papel
enfrentado al viento acerado del océano.
Es cierto que todas las derrotas tienen un lado hermoso
y a la vez baldío
aunque sepamos aprehender de nuestra propia herida
la sutil enseñanza del desamparo.
Caer o golpearse una y otra vez contra un muro,
mientras desnudas tu violencia y desnudas tu ira,
quizás caminas sobre la tierra con pasos indecisos
abriendo surcos templados de palabras nuevas,
porque escribir sirve para deshacer nudos que te ahogan.
Un hombre anda siempre despacio sobre la línea de su soledad,
pero no es más que parte de una trama,
en el juego, un soplo de aire húmedo que contempla el horizonte...
cuando quiera aceptarse dará igual
es el sino de los tiempos que nos persigue...
no morimos, aunque quizás sí, da igual, no hablo de eso,
solo pasamos al lado oscuro, al vertido desasosiego de la noche
y nuestras huellas entonces solo tienen
el valor efímero de todas las tramoyas de teatro.
f.
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