De noche, o casi de noche,
en este lado impreciso de la tarde,
cuando la luz tiene todavía el color de la ausencia,
esa sombra que recorre tu espalda y se deja mecer...
juntos, tú y otro cuerpo que desconoce la verdad del tuyo,
debes desembalar con precisión de cirujano
el valor del instante,
como si el "ahora" no fuera un fruto maduro
y sí una nueva costumbre en la que caer una y otra vez.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario