Bajo la lluvia el mar se amansa
y tú recorres la distancia con tus pies descalzos.
Mantengo la mirada en la línea que abarco,
sé que siempre debo tender puentes a tu cuerpo
y alcanzarte como solo se puede hacer siendo la noche.
Cantas y yo escucho latir tu corazón
mientras subes lentamente tu falda
para enseñarme el principio del mundo.
f.
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