Sílaba a sílaba te desnudo,
golpea tu corazón un océano rebelde.
Me dejo caer entre tus pechos.
Lamo del pecado la estructura perfecta de tu cuerpo,
la senda precisa de mi llegada deja lumbre, brasas,
buscando el ardiente calvario de tu vientre.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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