Alguna vez la mortalidad
tuvo que ver con el amanecer y el crepúsculo.
Ese instante de respiración
en que apenas somos sombras que se iluminan
o diáfanas preguntas que se ocultan.
El filo de una navaja es la senda por donde siempre camina una emoción.
Ahora todo lo que el silencio nos ofrece es su simiente,
lo que va dejando la vida en las cunetas...
para unos es la cizaña de la Biblia,
para otros son rojas amapolas
que se enraízan sin saber por qué
en el lado más oculto del corazón.
f.
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