Ahora derramaros en palabras, abriros a la noche como los jazmines dejan saber de ellos en la oscuridad...¡que tenue es la luz que vive en la sombra! ¡que veraz es el silencio cuando arde en los labios!...frecuento la abundancia de los verbos y el devenir del aire, soy la solana silenciosa que guarda el calor del mediodía, la urdimbre de la luz y su estancia detrás de una ventana acristalada, una esquina donde gira el viento y te hace repensar en el otoño, la idea fecunda del barbecho, el cáliz donde el vino todavía tiene el aroma de la vieja madera...un trozo de olivo cortado con el hacha que sucumbe lentamente ante el poder del fuego...
f.
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