Quizás, cubiertos por la selva de una mirada,
por el andar hundidos en la lumbre
cuando el tiempo es distancia
y una palabra sujeta otras muchas.
Quizás, cuando dos cuerpos se hablan
sin escucharse ni una palabra, ni un gemido,
pero se sienten tan cerca que se tocan,
o hay para los dos un interludio,
que como el vaho del frío y del calor
deja la humedad del deseo incipiente,
prendido a las ropas intimas
y al silencio que se crea
entre la piel y la ausencia.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario