No sé qué derrumbará la lluvia,
si acaso se llevará el lodo de la última tormenta.
Me inundo en este día sin fin.
Ha crecido la línea que me separa del ayer,
estos cristales rojos
tienen todavía sangre fresca de mis muñecas.
Algo parecido a un pájaro negro habita mi corazón.
Me oigo palpitar. Siento sus alas. Es la oscuridad.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario