Mis pasos son del viento y surjo como la noche,
portando la oscuridad en mitad del páramo.
Arrastro conmigo ciertas servidumbres, ciertos vicios comunes.
Hay costumbres que surgen de la audacia
y otras de la exactitud del tiempo.
No, no voy a quejarme de sentir la necesidad
de buscar respuestas para las cosas sencillas.
Somos todos tan dispares y a la vez tan parecidos…
Tenemos tanto miedo a que nos reconozcan y ser señalados
cuando lo único que nos desnuda puede ser una caricia,
una mirada amigable que compense la soledad
o ese silencio vivido entre dos con un instante de respiración.
f.
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