Me despierto en mitad de la noche y mi consciencia me hace hablar con el silencio. Es certero el miedo, el andar ciego por un camino de sirga donde todo tiene el valor del desencuentro, el dolor de la ausencia, la verdad, que aunque inmutable, a la vez es hija del azar y de la fortuna...no puedo cerrar los ojos y solo escucho el viento azotando las ventanas...el invierno tiene su propio dolor, su holgura de soledad que envuelve como un luto y se hace dueño de tu corazón.
Pd. me niego a desangrarme... aunque mirando mis manos tenga desollados los nudillos...
f.
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