De la verdad de los verbos nada sé,
quizás tomados de uno en uno,
a sorbos lentos, sepa distinguir
el valor de cada sílaba,
su cadencia
desarmando todas mis murallas...
Aunque batalla a batalla,
siempre me pierdo
en medio de su silencio.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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