Algo del invierno se queda para siempre, abre surcos de escarcha, pasa sobre el silencio con su huella de mimbre y deja, con el valor de su pesado mármol, las horas más tristes, las que no caben en el pecho y se enredan dentro de ti como una hiedra.
Consumir la noche, esas partes del día en que te reflejas a ti mismo en la ventana, cuando todo se deshace y las palabras se arremolinan en tu boca sin saber como construir una frase que tenga algo más que todos los finales.
f.
https://youtu.be/QWr_OcUKEhU
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