Todas mis huellas han llegado al muro,
cierro los ojos,
la nieve deja escuchar mis pasos,
son pequeños y sordos aullidos de los copos al ser pisados.
Detrás de mí la nada habita la sombra,
otro hombre que se desnuda en silencio
para que la muerte tenga sencillo su trabajo.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario