Ibones de Anayet
Tienen sus ojos el frío descenso de la nieve
y el agotador susurro de la lluvia.
La mirada de un solitario les conmueve
mientras juegan a ser el espejo azul de un sueño celeste.
Desnuda propiedad humana
donde lo material deja de tener sentido
y si existiera un dios
se bañaría a diario en su profunda soledad.
f.
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