Es de noche y tú no duermes conmigo
aunque tal vez caminas por las calles
buscando no sabes qué
como un felino herido.
Yo, solo poseo el poder de contemplar el universo.
Sentir este frío intenso del invierno
entrando en mi cuerpo,
a dentelladas de un perro rabioso.
Cae la soledad en pequeñas estelas de astros moribundos,
la nostalgia siempre tiene un nombre inolvidable.
f.
foto de Jan Scholz
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