Cierras una puerta y siempre dejas algo dentro.
A veces es solo una palabra
que se te escapó cuando salías,
como un pañuelo blanco que dejase el adiós.
Otras veces, son imágenes
que tienen el color del fuego,
un reguero de pavesas que te queman.
Sentados en el abismo
podemos esperar en un muelle vacío,
en un andén sin tiempo,
en una mesa de café a la que nadie viene,
y sin embargo, ensimismados,
seguimos echando en falta
lo que dejamos olvidado o perdido.
f.
1 comentario:
~…”dejas algo dentro” sobrepasa las metáforas de tu decir.
Las palabras tienen vibraciones y acciones de las cuales
en ocasiones es difícil visualizar el “adiós”.
Los recuerdos arden, el que este detrás de la puerta ensimismado,
sabrá como disfrutarlo.
Cuantos versos están inspirados en la espera del muelle,
azota la nostalgia, las olas, los vaivenes del viento,
el vuelo de los pájaros y los silencios…~
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