La oscuridad de la media tarde, las nubes metálicas con herrumbre de sal, las calles desiertas pobladas de preguntas, las miradas perdidas en lejanos puentes, la mesa como un jardín abandonado después de la tormenta, el aroma del café y su silencio, cierta dulzura todavía en la boca, los peldaños que conducen al cielo, la urdimbre del laberinto, la ceniza de la juventud, una vez y otra el principio donde unido a la tierra esta branza de signos y letras sujeta mis manos...
f.
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