Hoy he sentido las huellas del alumbre,
el centeno pisado por las noches,
un huir de lobos, la holgura prendida a las entrañas.
Casi siempre somos la soledad
o la textura del vuelo de un pájaro cuando busca el horizonte,
esos ríos mansos que se desperezan en la bruma del amanecer,
la certeza que da la oscuridad cuando cae sobre ti un escalofrío.
Nada quedará salvo cuatro versos en medio del bosque,
una luz que si sabes verla te ha de dejar sin respiración.
f.
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