Te respiro.
Eres la noche y la humedad
secreta.
Inabarcable
como el humo azulado de
tus cigarrillos,
valoro en poco el precio
que me cuestas,
y busco encimarme a tu
espalda,
mordisquear tu nuca,
aferrarme a tu cuerpo,
anidar en ti
la branza de mi deseo.
3 comentarios:
mmmmmmmmm... tiene mucha fuerza.
"mordisquear tu nuca,
aferrarme a tu cuerpo,
anidar en ti
la branza de mi deseo".
Precioso poema.
Un beso.
La nuca... punto erógeno por naturaleza, cargado de erotismo tu poema. Gracias
repirar al otro con todos sus cuestionamientos, dejarse llevar por el humo de sus batallas y quedar rendido en el pecho de sus sueños
es amar al trote de la vida, con la rienda firme y la mirada resuelta
besitos y felicitaciones Fer, quizá mis interpretaciones de tus versos y sentires se van hacia otro estadio, pero es lo que me provocan
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