Pasarán los años, dispersos como bruma de un nuevo otoño, y así como de muchos de nosotros, nadie, ni siquiera los testigos de nuestra vida, tendrán esos segundos con que acariciarnos en el recuerdo, seguro que todos los que han convivido con este hombre tendrán siempre un recuerdo de él cuando piensen en lo que es la defensa de los principios y el compromiso.
Cine de verano: Return to Glennascaul
Hace 8 horas
3 comentarios:
Lamento su muerte hay hombres que no tendrían que morir deberían ser inmortales.
Abrazo de izquierda.
M.
Era un gran hombre, a ver si la mayoría de sindicalistas que pululan hoy en día, aprenden algo, aunque sea un poquito, de ÉL.
Besos para los dos.
Eso.
Un hombre, un compromiso.
Aprendan tantos.
Abrazos.
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