Sembrada en los labios
la pequeña muerte secunda las palabras,
¡que dulce es el tiempo prendido a la tormenta!
Acércate, ven…
Tengo mis brazos anudados a tu espera.
Mi pecho tiene el nombre de las olas
y respiro el silencio,
la marea que traes
es el descanso incierto de la vida.
Ven…
Duerme en mí la hora del deleite,
hay un fuego que siempre va conmigo
trae en mi pecho el amor y el deseo.
Tú tienes el dolor de los bosques
y en tus dedos están los números perdidos,
dame el lamento de la lluvia
y la humedad dulce como las uvas
que traes entre los labios.
8 comentarios:
La música...la foto...tus letras...bueno,anda...voy :)
Un beso.
Qué dulce entrega...Un beso
imposible resistirse a la pasión de tus letras que hoy despiertan sentidos, seguro ella irá
besos con sabor a olas de mar
qué linda la foto, el mejor momento
Tierno y dulce amor, nadie podría resistirse a esa llamada.
Je t'aime, preciosa canción.
Un beso, Fernando.
Me voy un ratito con Buenafuente.
Me gusta "en tus dedos están los números perdidos"
Un abrazo.
Y respiro el silencio...
Cómo me gusta.
Espero aquí yo también el lamento de la lluvia, desde Málaga.
Te leo tan a gusto como siempre mientras la conexión tiembla en el móvil.
Un abrazote.
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