(Para Zaragozano, sin rencor)
Así que ya veis, no hay mucho más que contar.
Lo resumiré: nací. Fui, según aseguran las fotografías,
un niño feliz en rincones de días sucesivos.
Un día descubrí la muerte en unas zapatillas bajo una cama,
en un campamento de verano (un hombre con barba
nos vigilaba desde la puerta, había empezado a llover).
He sido una sombra que pasaba por muchas vidas,
incluida la mía. No he tenido miedo. Me he reído
de casi todo. Ya está dicho. A nadie le interesa.
Quise y me quisieron, por un instante,
pero ya pasó. Ahora respiro para mi sangre detenida.
Podría escribirse una novela de mil páginas, de diez mil páginas,
sobre mi vida. Sería tan poco interesante
como la mayoría de las novelas, como la mayoría
de los libros de poemas, como este poema. Eso es todo.
Y la mitad sobra.
(Del libro Me aburro, editorial Harakiri, 2006)
Poema de
Miguel Serrano Larraz Fotografía
aquí
5 comentarios:
Hay que ver las de cosas que pasan cuando no pasa nada. Me ha gustado el desparpajo del niño sin vida que narra este poema. Muy bueno, Miguel Serrano, muy bueno.
Gracias y besos para los dos.
Pues a mí me deja un sabor amargo esta lectura. Me pongo a reflexionar y pienso que muchos van a quedar identificados con estos versos. Infinitamente tristes y resignados. Un saludo y enhorabuena por el poema.
Elisa.
Impresionante. Y también la foto, muy curiosa.
Abrazos
Por eso es muy bueno, Elisa, por eso precisamente. Besos, Elisa y Fernando.
He sido una sombra que pasaba por muchas vidas,
incluida la mía...
Sí, muy bueno.
besos
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