¿Dónde se esconde una noche de estrellas fugaces?
Me rodea la oscuridad y el aire nítido y frío
revestido de misterio con la ciega mirada de la luna nueva.
Escucho respirar al silencio.
Oigo mi corazón bombear no sé cuantas veces por minuto.
Leo uno a uno los astros y su tiritar de invierno.
Todavía siento ciertos recuerdos del verano,
aquellas noches tirados en la tierra
esperando las lágrimas de S. Lorenzo,
cuando las palabras eran ligeros susurros,
casi caricias, para no ahuyentarlas.
f.
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