Andar despacio por el lado izquierdo de la vida.
Sentir como solo se siente uno frente a la noche,
sabiéndose único en ese instante de dolor.
Me estremece el frío, el viento,
ciertas palabras que crujen al pisarlas...
¡tantas hojas secas que rodean mi cuerpo!
Ahora vendrán a hablarme de la luz,
derribarán los muros con sus manos
y sosteniendo un manojo de flores violetas
derramarán unas lágrimas, todo,
como si la soledad no tuviera bastante
con esta isla diminuta donde se esconden los sueños.
f.
1 comentario:
Maravilloso el sentir de este poema...
Gracias.
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