No tengo más allá de mis cadencias en un mundo de sueños.
Sé que todos sueñan en largos veranos al borde del mar.
Yo cierro los ojos y apenas vislumbro días con poco sol
y una brisa fría con aroma de algas.
Mejor es saber lo que se hunde en ti,
los sonidos que te matan,
el eco de ti mismo,
las caídas solitarias,
el desbaste diario de tu conciencia,
las larvas que atesoras.
No me quejo, ni siquiera esto no deja de ser un divertimento...
tanto buscar en las palabras esa hondura de sílabas huidizas
mientras vivo desnudo, apenas cubierto por un puñado de hojas secas,
son simplemente más palabras que se han colgado de mi pecho
y que al respirar suenan como si quisieran ser pájaros que cantan,
aunque la verdad sé que su sonido es triste como todo final que se avecina.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario