Anuncio la lluvia,
la caída indecorosa
de todos los sueños.
No poseo nada,
solo, tal vez,
una voluntad de hierro,
una guadaña negra,
labores de dioses
con que destruir
lo que voy creando.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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