Su voz era una galerna de aguardiente y vida
y tenía en su cintura un campo de lunas y centeno.
Como todo lo que alumbra los atardeceres
en su piel hervían las respuestas...
aunque había que saber descifrar
el largo misterio de su cuerpo.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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