No es necesario creernos libres.
No hay nada que nos ate
en la línea roja en que nos abandonamos.
Muéstrame el baile de los lobos,
las marcas que te ha dejado el tiempo,
bebemos demasiado, es cierto,
vivimos poco, también lo es…
detrás de los símbolos y las señales
nos queda un hilo de luz,
en el que al rozarnos,
con la suavidad del miedo,
todavía me estremezco.
f.
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