Algo sin nombre,
como ciertas horas
que se desnudan solitarias
dentro de una tarde.
Un poco de esas semillas que robo a las noches,
diminutos restos de astros lejanos,
cuentas azules que nunca consigo que sumen lo mismo,
me atraen a los bordes imprecisos del horizonte,
al halda perfecta donde dejo perdida mi mirada
mientras el mundo sigue siendo un animal devorando su presa.
f.
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