Se han ido las palabras con el viento.
Un reguero de luz sobre mis manos cansadas
y el olor del humo impregnando mi cuerpo.
Siento los pasos perdidos en el agua,
una lluvia sin tiempo en las hendijas,
las sílabas que nombran a los pájaros,
el bosque, las voces sin rostro,
la mansedumbre de los viejos.
El mundo calla, se respira la tarde.
Yo quiero deshacerme,
ser una nube roja, abandonada,
para que cuando todo cese
el camino de sirga sea solo un dolor sin miedo.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario