No nos deshace la noche por ser noche
si acaso por esa otra noche que la habita,
un hilo de fuego que puede tener alas de ángel
o el silencio húmedo de murmullos de un bosque.
Nos queda abrir los ojos y contemplar la oscuridad,
y será como mirar dentro de tu miedo
mientras tu corazón pregunta angustiado,
una y otra vez, por el amanecer.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario