Pregunto después del acoso,
cuando el tiempo ya no es tiempo
sino solo hojas secas en el suelo,
el quehacer de las larvas,
el humus donde quedan proscritos
para siempre todos los silencios.
Cuando un cuerpo es él
y sus pronombres posesivos,
un destello de luces y sombras
con sus débitos guardados,
un rosario de preguntas
que anuncian, irremediablemente, la soledad.
f.
No hay comentarios:
Publicar un comentario