En esta ceremonia,
el crepúsculo nos entrega a la noche,
nos rodea con la oscuridad,
se hace tierra y raíces,
murmullos y viento,
como si envolviéndonos de ella
tuviéramos todavía
una posibilidad de salvación.
f.
La poesía es un arma que se dispara sola como el amor de un loco
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