¿Por qué nos hemos dejado de reconocer?
¿Después de qué batalla nos hemos dado por vencidos?
Demasiadas veces nuestras manos han estado caídas.
Demasiadas, el silencio rehacía el amanecer en nuestros cuerpos.
Solo nos quedaba la intensidad,
lo demás, carecía de importancia.
Después de todo, el amor,
no deja de ser un ejercicio de física y química.
f.
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