Como sombra de la sombra regreso de la noche.
No hay susurros más bellos
que los que dejan mis pasos en el agua,
abierta senda, huella marcada como llama...
No puede mi boca pronunciar el eco del silencio,
una calima de lunas y sílabas perfectas,
solo música, un saxo tenor esquivando la luz.
Un día nuevo es un logaritmo de cifras incompletas,
la parte que se encima a mí y me deshace
trae viento y nubes vestidas de púrpura,
una letanía donde me pierdo
buscando el cobre, los hilos de azafrán
que han de traer de nuevo la lluvia.
f.
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