Recuento los puntos cardinales.
El ensamblaje oscuro de mi cuerpo.
Las notas de una cadencia que tiene su propio silencio.
Hoy, junto al mediodía, he escuchado el sonido de los tambores
mientras el sol me cegaba como un día cualquiera de primavera...
luego vino con el viento y las nubes oscuras de añil
el ruido perpetuo de la tormenta
y la voz nítida que deja en el aire el tañido de una campana...
Es domingo alrededor de mi gran manzana
y yo debo ser uno de los gusanos que la recorren.
f.
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